Cuando llegamos al mundo, lo hacemos con la mente abierta a toda experiencia, no hay juicios, y nos amamos en libertad, tal cual somos. Nuestros primeros aprendizajes, surgen a través de la imitación de lo que vemos en el mundo que nos rodea, de las acciones y comportamientos de adultos significativos (padres, maestros, abuelos, tutores…), y esto ocurre de manera fluida y natural en la infancia, debido a las «neuronas espejo», que son células cerebrales que se activan al observar una acción, y, aunque uno no realice las acciones, aprende de manera indirecta de ver cómo lo hacen otros. Así, se va a grabar con mayor facilidad en la memoria del pequeño/a, lo «que hacen» sus padres, más que lo «que dicen».
Sé coherente entre lo que haces, lo que dices y cómo actúas frente a los demás
Las investigaciones de John Bradshaw, consejero, teólogo, psicoterapeuta y escritor, sobre la relación existente entre las experiencias negativas en la infancia, y la huella emocional que dejan en las personas, permitieron destacar la importancia de esas primeras vivencias para la etapa adulta.
Durante su desarrollo, el niño/a vivirá experiencias diversas, en la interacción con su entorno. Si, en los primeros años de vida, éstas son negativas y escapan a su entendimiento, las «archiva» en su interior, desde el dolor, el enfado y la tristeza. Del mismo modo, una herida emocional puede ser provocada, por ejemplo, como consecuencia de comentarios hirientes en la etapa de la adolescencia y, aunque puede transcurrir tiempo, estas vivencias van a influir en la autoestima, en las relaciones, en la interacción social, y en cómo vamos a ver la vida.
El niño o niña que una vez fuimos, permanece en nosotros toda la vida
Recordemos cuando hablamos sobre el Kintsugi, una antigua técnica japonesa de colocar oro en las grietas de objetos antiguos, viejos, para realzar el valor del objeto al resaltar las grietas. Pues, algo parecido ocurre con nuestras heridas, la ligera cicatriz que queda es importante, nos recuerda, que hoy somos quienes somos, por lo que nos ocurrió, a pesar de lo que nos ocurrió, y por lo que hicimos con eso que nos ocurrió.
Honra tu fragilidad y honra tu capacidad de resiliencia
Ahora, a través del abordaje de este importante tema, hoy, y en próximas publicaciones, vamos a aprender cómo permitir que ese niño/a, se exprese, ya que, en su momento no supo cómo hacerlo.
En este proceso, vas a empezar por entender, aceptar y comprender tus pensamientos, emociones y actitudes, como parte de quien eres en el momento presente. Tomar consciencia de lo que vas descubriendo a medida que avanzas, si estás donde quieres estar, qué hacer para llegar a donde quieres, y vivir una vida con bienestar, en paz y armonía contigo y con los demás.
No importa cuán despacio camines, importa que no te detengas
Según la mayoría de los autores, las principales heridas emocionales son:
- Herida de Rechazo
- Herida de Abandono
- Herida de Humillación
- Herida de Traición
- Herida de Injusticia
Algunos investigadores consideran, además, la herida de Abuso y de Negligencia.
Como iremos viendo, de cada una de las heridas, rescataremos su contribución de aprendizaje, pues no todo fue malo. Aprenderás a re-interpretar tus heridas, dejando atrás el miedo, para empezar a vivir una vida con amor, siendo la mejor versión de ti mismo/a. Con cada herida mencionaremos, brevemente, el perfil, la actitud la máscara
Asimismo, te dejaré un cuestionario que te ayudará a identificar, en cada caso, si la presente es tu herida emocional predominante.
HERIDA DE RECHAZO
Te invito a realizar el siguiente Test: (basado en el trabajo desarrollado por el Ps. Roberto Rocha)
Suma 1 punto por cada afirmación con la que te identifiques. Si obtienes un puntaje mayor de 6 puede que la herida de rechazo esté presente.
1. En tu vida has tenido un fuerte sentimiento de falta de pertenencia, de estar fuera de lugar.
2. Prefieres estar solo/a.
3. Eres constante en tus relaciones.
4. Das mucha importancia a lo que los demás piensen de ti.
5. Te cuesta trabajo pedir lo que necesitas, pero cuando te piden algo a ti te entregas para hacerlo.
6. La relación con personas de tu mismo sexo siempre ha sido difícil.
7. Cuando las cosas van bien, siempre piensas que algo malo va a pasar y te saboteas.
8. Te comparas con los demás, y sueles sentirte por debajo.
9. Sientes que tienes un mundo propio en tu interior y pasas mucho tiempo divagando en él.
10.Sientes que establecer relaciones es amenazante.
11.Te cuesta trabajo sentir que puedes ser importante para las personas.
En la herida de rechazo, el niño/niña siente que no tiene derecho a existir, suele aparecer cuando es objeto de críticas constantes, de descalificaciones, se siente no aceptado/a, no valorado/a, falto de afecto, con una sensación de desamor, percibiéndose distinto/a al resto de la familia.
Pensamiento interiorizado: NO FUI ACEPTAD@ TAL Y COMO ERA
Máscara que utiliza: Huida, aislamiento, autosuficiencia.
*la máscara es una estrategia desarrollada para protegerse del dolor del rechazo.
Perfil: Distanciamiento emocional, miedo al rechazo, aislamiento social, perfeccionista, sentimiento de incomprensión, huidizo.
Actitud: Evita situaciones que puedan provocar rechazo, por ello evita relaciones profundas, prefiere huir para evitar dolor, se compara con los demás constantemente, se infravalora y busca la aprobación del entorno, sintiendo que no pertenece a ningún lugar. Tiene preferencia por la soledad y sus expresiones emocionales pueden ser improntas y extremas.
Los padres que no han resuelto su herida de rechazo se comportan emocionalmente fríos, distantes afectivamente y tienen dificultad para mostrar cariño.
El padre del mismo sexo nos enseña a amar, a dar amor
El padre del sexo contrario nos enseña a ser amados, a recibir amor
Aprendizaje: Creatividad e independencia
Si te resuena alguna de las situaciones descritas, te ofrezco acompañarte en el proceso para sanar tu herida. En este proceso, vas a aprender a gestionar el dolor provocado por esta herida del pasado, hoy, desde el entendimiento, aceptación y comprensión, contigo mismo(a).
Sugerencias para empezar a sanar la herida de rechazo:
Es importante mencionar que, generalmente, para sanar la herida de rechazo, la persona debe acudir con un profesional, quien le brindará el apoyo y acompañamiento necesarios para hacer frente a la situación emocional que trae.
Como vemos, de lo que se trata es de rescatar la conexión perdida con tu niño/a Interior, con el fin de comprender, escuchar, perdonar y empezar a darle amor.
A continuación, te sugiero actividades sencillas que dan resultado:
-El trabajo del espejo: Cada mañana al levantarte, colócate sentado/a o de pie frente al espejo (del cuarto de baño, por ejemplo) y, mirándote a los ojos, dirígete a ti mismo/a por tu nombre (aquel con el que te llamaban de pequeño/a): Estoy aprendiendo a amarte …(dices tu nombre), ahora tú y yo estamos juntos/as…Te amo…(dices tu nombre). Al principio puede resultar difícil decir “Te amo…” pero con la práctica vas interiorizando el hecho de merecer amarte.
-Meditación personalizadapensamiento
-Ejercicios de Mindfulness desde el inicio
Para sanar tu herida, debes contar con los recursos psicológicos que te permitan trabajar en ello. Al acudir con un profesional, recibirás el apoyo y acompañamiento necesarios para hacer frente a tu situación emocional.
Recuerda que, tú eliges cómo vivir tu vida.
LA VIDA TE AMA